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Comenzar el año con una mentalidad saludable es fundamental para establecer una base sólida del bienestar a largo plazo. Al tener en cuenta la importancia de cuidar a sí mismo, ayudará a establecer hábitos duraderos que trae consigo una sensación de renovación y la oportunidad de dejar atrás cualquier negatividad que hayamos experimentado en el pasado.
Es fundamental entender que la forma en que comenzamos nuestro año tiene un impacto directo en nuestra mentalidad y en cómo enfrentamos los desafíos que se presenten.
Una mentalidad positiva ayudará a superar los obstáculos que se encuentren en el camino. En lugar de estancar los problemas, es posible buscar soluciones creativas que mantengan enfocados los objetivos. Además, una actitud positiva permite perseverar la motivación a pesar de los contratiempos.
Para ello, traemos una serie de recomendaciones que se pueden aplicar en las rutinas diarias.
Tips para iniciar bien el año
1. Establece objetivos realistas
El primer paso para tener un inicio saludable es establecer objetivos realistas. Es importante fijarse metas alcanzables, para que estén alineadas con necesidades y capacidades. Establecer objetivos demasiado ambiciosos puede ser desmotivador y difícil de mantener a largo plazo.
Además, no solo se trata de rigurosas actividades, sino de sentirte bien consigo mismo y tener energía para disfrutar de la vida. Esto permite identificar áreas de mejora y hacer ajustes en los propios enfoques, para lograr un progreso constante hacia las metas.
- Evaluar las fortalezas y debilidades: Antes de establecer metas, es necesario comprender las fortalezas ayudarán a establecer metas que sean realistas y alineadas con las aptitudes.
- Desarrolla un plan de acción: Divide los propósitos desde las tareas más pequeñas y establece hitos a lo largo del camino para mantener la motivación.
2. Incorpora ejercicio regularmente
Busca actividades que se adapten a las preferencias y capacidades, puede aportar a mantener el buen funcionamiento del cuerpo y generar equilibrio. Rutinas como las caminatas, correr, nadar o practicar yoga, ayudarán a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la energía.
Lo importante es realizar ejercicio de forma regular, al menos 3-4 veces por semana. Además, el ejercicio no solo tiene beneficios físicos, sino también mentales.
3. Rutina de sueño
El sueño adecuado y la gestión del estrés son fundamentales para una buena salud. Fijar un horario le dará oportunidad al cuerpo para que se recupere y repare de las funciones diarias. En la actualidad existen algunos métodos que se pueden aplicar para conseguir hábitos eficientes.
- Ambiente propicio para el sueño: revisar que el dormitorio sea un lugar tranquilo, oscuro y fresco. Apaga las luces brillantes, utiliza cortinas opacas para bloquear la luz exterior y ajusta la temperatura para que sea cómoda.
- Disminuir los dispositivos electrónicos antes de dormir: la luz azul que emiten los dispositivos puede interferir con la producción de melatonina y dificultar el sueño.
- Evita la cafeína o los estimulantes: estos pueden mantener el cerebro despierto e impedir el sueño.
4. Mantén un registro del progreso
La consistencia es clave cuando se trata de mantener una vida saludable, uno de los componentes clave para llevar un registro efectivo del progreso es establecer objetivos medibles, que se pueden evaluar gradualmente. Existen diferentes métodos que puedes utilizar para llevar un registro:
- Gráficos y tablas
- Diario de progreso
- Aplicaciones y herramientas digitales
5. Elige un compañero de responsabilidad
Un compañero de responsabilidad es la persona que tú eliges y le pides que te presione para hacer las cosas que no quieres hacer o que te cuesta empezar. En términos simples, es la persona que está dispuesta a hacerte responsable. Entre tú y ella se crea un compromiso y se desarrollan habilidades de liderazgo, empatía y resiliencia para ambos.
Una vez se haya encontrado tu compañero de responsabilidad adecuado, es importante establecer metas, expectativas claras y escoger una causa que te apasione y trabajar juntos para impactarla de manera significativa.
6. Crea un plan saludable
No se trata de dietas restrictivas o programas de ejercicios agotadores, sino de adoptar un enfoque sostenible y disfrutar del proceso. Es fundamental adaptar un plan saludable a las propias circunstancias y objetivos.
Para comenzar el año de forma saludable, es importante crear un plan de comidas equilibradas. Esto significa incluir alimentos de todos los grupos principales: proteínas, carbohidratos, grasas saludables, frutas y verduras.
Otro de los aspectos a integrar es la hidratación. El agua desempeña un papel vital en muchas funciones corporales, como la digestión, la absorción de nutrientes y la regulación de la temperatura corporal. Además, mantenerse hidratado ayuda a mantener la piel saludable, los órganos en buen funcionamiento.
7. Nuevos hábitos y expandir el circulo social
Aunque estemos en la era digital, donde la comunicación a través de pantallas se ha vuelto la norma, no debemos subestimar el poder de las conexiones humanas cara a cara. Establecer y mantener relaciones significativas con amigos, familiares y miembros de la comunidad es esencial para nuestro bienestar integral.
Al establecer nuevos hábitos, podemos influir positivamente en nuestra interacción social y crear un entorno favorable para el crecimiento personal.
- Participa en grupos de interés: busca grupos en línea o en la comunidad cercana, que se centren en los intereses y pasiones propias. Unirte a estos grupos brindará la oportunidad de conocer a nuevas personas con gustos similares.
- Voluntariado: encontrar organizaciones locales que necesiten voluntarios y unirse a sus proyectos, no solo se estará haciendo algo bueno por los demás, sino que también brinda la oportunidad de conocer a personas con ideas afines.
- Explora nuevas aficiones: el nuevo año es el momento perfecto para probar cosas nuevas, considerar participar en clases o talleres puede aportar a expandir el circulo social.
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Escrito por Catalina Hurtado
