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Todo empresario, emprendedor o gerente sabe que hay momentos en los que no se puede fallar. En el fútbol, una final se juega con máxima concentración. En los negocios, el equivalente es el calendario fiscal. Y en el centro de esa cancha está una figura clave: el contador, nuestro árbitro.
Si bien los calendarios cambian según el país, hay periodos críticos comunes en toda la región. El Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), publica regularmente información actualizada sobre los sistemas tributarios de América Latina, incluyendo los calendarios de declaración de impuestos.
¿Qué tienen en común un clásico sudamericano y el cierre fiscal?
En ambos hay estrategia, tensión, y total concentración. Si interrumpes a tu contador en plena temporada de declaraciones, es como gritarle al árbitro en pleno fuera de lugar: distraes, molestas… y puede costarte caro.
Así como en la cancha no hay espacio para distracciones en el minuto 90, en el mundo contable hay momentos clave donde la precisión lo es todo.
Fechas en las que se juega la final… pero en los números
Imagínate un clásico entre equipos rivales. Minuto 90. Penalti decisivo. Todos guardan silencio, los jugadores se alinean, el cobrador se concentra… pero justo cuando patea, alguien de la tribuna lo desconcentra. El tiro se va desviado. El equipo pierde. Fin del partido.
Así de delicado es interrumpir a tu contador en días clave: un mal movimiento puede costarte multas, reportes incompletos o una declaración fuera de plazo. En esos días, se juega la final… y cada detalle cuenta.
Así funciona el calendario tributario. Hay momentos críticos en los que los contadores están ejecutando jugadas clave: presentación de declaraciones, cierre fiscal, informes de IVA, pagos provisionales
Cualquier interrupción puede hacer que algo se pase por alto o se presente fuera de tiempo.
Estas son las jornadas eliminatorias del calendario contable en algunos países de Latinoamérica. Si tienes equipo contable, márcalas en rojo, porque aquí no hay espacio para errores.
Enero: pretemporada contable
Mientras muchas personas aún disfrutan del descanso, los contadores ya están calentando motores. Enero no es un mes de pausa para el equipo contable: es la antesala de un año exigente, donde cada número cuenta.
Es el momento de preparar la cancha con la recopilación de información clave, ajustes a los libros contables, revisión de documentos y preparación para futuras auditorías.
Aunque todo parezca tranquilo en la superficie, se están tomando decisiones estratégicas que marcarán el ritmo fiscal de los próximos meses.
Como en toda pretemporada deportiva, este trabajo invisible y silencioso no brilla en la superficie, pero es el que construye los resultados reales.
Marzo y abril: declaración de renta – Las eliminatorias comienzan
Durante marzo y abril inicia una de las etapas más exigentes del calendario fiscal: la declaración de renta. Aquí se pone a prueba la preparación previa.
Es el equivalente a las eliminatorias de un campeonato: si no se juega bien, el resultado se paga caro más adelante.
Cada país tiene su propio cronograma determinado por las Administraciones Tributarias de cada país, siguiendo normativas internas, tipo de contribuyente y terminación de NIT, RUC o cédula.
Estos son algunos de los más relevantes en la región ↓
Ecuador → Las personas naturales deben presentar su declaración entre el 10 y el 28 de marzo, mientras que las sociedades lo hacen entre el 10 y el 28 de abril. Las fechas específicas dependen del noveno dígito del RUC o de la cédula, según corresponda.
Panamá → Las personas jurídicas, la Declaración Jurada de Renta debe presentarse a más tardar el 31 de marzo de cada año o período fiscal.
Para los contribuyentes naturales, la Declaración Jurada de Renta debe presentarse a más tardar el 15 de marzo de cada año o período fiscal.
República Dominicana → Las personas jurídicas deben presentar su declaración en marzo o abril, dependiendo del mes de cierre fiscal que tengan asignado.
Colombia → Las personas jurídicas deben presentar su declaración en abril, según el último dígito del NIT. Aunque las personas naturales presentan entre agosto y octubre, la recopilación de soportes y la planeación fiscal deben comenzar desde este primer trimestre.
Bolivia → Personas Naturales y Jurídicas con cierre fiscal al 31 de diciembre de 2024, la fecha límite de presentación y pago del IUE: 16 de mayo de 2025. Esta prórroga fue establecida por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) y aplica tanto para personas naturales como jurídicas que hayan cerrado su gestión fiscal el 31 de diciembre de 2024.
Recuerda: estar pendiente de consultar el calendario tributario mensual publicado por cada Administración Tributaria.
Cierres mensuales: el minuto 45 de cada mes
Aunque no forman parte del calendario tributario público, los cierres contables mensuales son fundamentales para mantener el orden y la salud financiera de cualquier organización.
Para los contadores, representan el entretiempo: una pausa estratégica donde se revisa lo que ha pasado durante el mes, se ajustan cifras, se concilian cuentas bancarias y se generan reportes internos. No respetar ese espacio es como interrumpir al equipo cuando está reordenando su estrategia en el camerino.
Fin de año: los penales
Llegan los meses más intensos. Noviembre y diciembre no solo representan el cierre del año comercial, sino el momento en que las decisiones tomadas a lo largo del año cobran mayor relevancia.
El equipo contable enfrenta jornadas extensas para revisar libros, generar balances, proyectar impuestos, liquidar nóminas y preparar informes para socios, auditorías o juntas directivas.
Mientras muchos se enfocan en los festejos y metas personales, los contadores están viviendo tiempos extra.
Cada movimiento puede marcar el resultado del año. Es como definir un campeonato por penales: hay presión, cansancio acumulado, y cada decisión cuenta.
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El cumplimiento tributario no solo protege a las empresas de sanciones; también es sinónimo de buena gestión, reputación y transparencia. No cumplir una fecha clave puede generar multas, perder beneficios fiscales o incluso afectar la relación con proveedores o inversionistas.
Ahora que ya lo sabes, en temas contables también se viven finales de infarto. Por eso, cuando se acerquen fechas críticas, dale a tu contador el espacio que necesita para jugar su mejor partido.
Si gana él, gana todo el equipo.
Escrito por: Catalina Bonnet