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Presentar una declaración de impuestos suele ser de las tareas más temidas del año, especialmente para quienes no están familiarizados con estas obligaciones tributarias (o si es tu primera vez declarando).
Cuando se aproximan las fechas de declaración, se suele temer a cometer errores que terminen en multas o sanciones, ¿cierto?
A pesar de ello, no es “normal” andar todos los meses con el “corre corre”, pues con la información adecuada y ordenada, además de con una planificación bien definida, este proceso puede volverse mucho más sencillo y hasta predecible (sabemos que sueñas que sea así).
Y para eso hay un camino bastante conveniente.
Según la reconocida consultora Deloitte: “en el mundo empresarial actual, el cumplimiento tributario es un aspecto crítico que atraviesa todas las operaciones financieras y estratégicas de las empresas. La complejidad de las leyes fiscales, la globalización de los negocios y los avances tecnológicos han generado un entorno en constante cambio que requiere una adaptación continua por parte de las organizaciones”.
Adaptación, es un paso importante para declarar impuestos, como para hacer todo lo que nos imaginemos.
Por ello hay que cambiar la forma en la que estamos haciendo las cosas.
Y ahora, hablando de esta obligación tributaria tan importante, es esencial organizar la información financiera con anticipación, conocer las reducciones permitidas y utilizar las herramientas disponibles para facilitar el registro (como la Facturación Electrónica), para posibilitar el registro de datos.
De esta manera, tus declaraciones dejan de ser un proceso caótico y se convierten en un práctica ordenada y eficiente.
En este articulo te mostraremos el paso a paso para hacer una mejor declaración de impuestos, sin perder los nervios en el proceso.
Organiza tu documentación antes de declarar
Este paso el clave para poder realizar una óptima declaración de impuestos (no por nada está en el puesto uno), para esto debes reunir todos los comprobantes necesarios antes de iniciar la declaración.
Esto incluye facturas, recibos y gastos dentro del periodo fiscal.
Tener esta información lista no solo evita retrasos (y dolores de cabeza, claro), sino que también reduce las posibilidades de que cometas errores o de tener que rehacer la declaración por falta de datos (sabemos que no quieres que eso suceda).
Un aspecto importante que se suele obviar es la revisión de las facturas recibidas. Y no nos referimos solo a verificar los datos del cliente, sino validar que el documento tributario sea 100% válido.
Y es que cualquier inconsistencia u omisión de validez de documentos puede generar observaciones por parte de la entidad tributaria.
Lo ideal es crear una carpeta física (en el caso de que aún recibas facturas en esta modalidad) o descargar las facturas electrónicas que ya te hayan remitido (las cuales ya estarían autorizadas y en orden).
De esta forma, no solo ahorras tiempo y te ahorras multas, sino que no esperas que la obligación “te caiga encima”. Así tendrás una visión más clara de la situación financiera en general.
Identifica tus reducciones de impuesto

Otro aspecto esencial para agilizar el envío de tus declaraciones es conocer qué gastos pueden ser deducibles.
Aquí es donde muchos contribuyentes omiten que, así como se realizan ventas, también se hacen compras. Si las mismas forman parte del giro del negocio, allí deben colocarse todas en las declaraciones.
De esa manera se pagará un valor justo por las operaciones comerciales efectuadas en el periodo fiscal correspondiente.
¿Y cuáles son esos gastos deducibles?
Pagos a proveedores, gastos de alimentación, suministros de oficina, entre otros que estén relacionados con tu actividad económica.
Revisar estas opciones con tiempo puedes marcar una gran diferencia en los resultados finales de la declaración (es decir: pueden ayudarte a pagar mucho menos y de manera justa).
Aprovecha las herramientas digitales
Hoy en día existen múltiples plataformas que te facilitan la presentación de impuestos, desde sistemas oficiales dentro de las plataformas tributarias (suelen estar habilitadas para los contribuyentes pequeños), hasta softwares especializados en la Facturación Electrónica, como eDoc Pyme que no solo es un software para emitir facturas, sino para mantener un registro de todas tus facturas en cuestión de segundos (no solo las que emitas, sino las que recibas).
Este tipo de sistemas te dan mayor precisión, de tal manera que no tengas que tomar tiempo corrigiendo facturas. ¿Lo mejor? Todo lo puedes hacer desde tu PC o celular, desde cualquier parte del mundo y a cualquier hora.
Además, el uso de estos sistemas permite guardar el historial de declaraciones anteriores, lo que simplifica el proceso en los siguientes periodos fiscales (¿qué estas esperando para pasarte a ellos?)
No esperes hacer todo a último momento
Dejar la declaración de impuestos para el final es uno de los errores más comunes (y el más desastroso definitivamente).
Te recomendamos hacerlo con anticipación (mientras más pronto lo hagas, mucho mejor), especialmente si se requiere revisar documentos o solicitar información a terceros (que suele tener un periodo de espera para ser entregados).
Al hacerlos con tiempo estas minimizando imprevistos que se pueden evitar y podrás solicitar asistencia oportuna en caso de dudas.
El tiempo es clave al realizar tu declaración, establecer fechas fijas para realizarlas todos los meses y estar al tanto del calendario tributario de tu país marcará la diferencia entre una declaración exitosa y una desastrosa.
Una declaración de impuestos bien realizada no solo te evitará sanciones (y mucho estrés), sino que reflejará una buena gestión financiera.
La preparación, el uso de herramientas digitales y el conocimiento de las reducciones aplicables son los pilares para cumplir con esta obligación sin complicaciones ni sorpresas.
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Escrito por: Anna Jordan