5 pasos para preparar tu cierre fiscal este 2025

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Cuando manejas o diriges un negocio, sabes que el final del año trae más que balances personales y nuevos propósitos.

También llega el momento de revisar cómo se comportaron las finanzas del negocio y preparar los documentos que darán forma a tu cierre fiscal.

Aunque pueda parecer un proceso largo o tedioso, lo cierto es que hacerlo bien te da una visión completa de tu empresa y te permite comenzar el siguiente año con mayor control y enfoque.

Tal vez tu negocio creció más de lo que esperabas, o tal vez fue un año retador. No lo sabes, por eso en ambos escenarios, un cierre fiscal estructurado es clave para entender realmente dónde estás y hacia dónde puedes avanzar.

Y con la organización adecuada, puede convertirse en una herramienta muy útil para tu planificación (es decir, para tu futuro).

Veamos ahora esos 5 pasos para prepararte desde ya ↓

¿Cómo preparar bien un cierre fiscal?

Cuando una empresa termina su cierre contable el 31 de diciembre, lo que hace es registrar y resumir todas las operaciones económicas del año: ventas, gastos, activos, pasivos y cualquier movimiento que afecte sus estados financieros.

A partir de ese punto, viene un proceso adicional. Es decir, ajustar esas cuentas según las obligaciones tributarias, incluyendo impuestos, deducciones y pagos pendientes.

Ese paso posterior es lo que se conoce como cierre fiscal, un ejercicio extracontable que se realiza una vez que la empresa ya tiene definidos todos sus ingresos y gastos del año, y que permite determinar correctamente el monto de impuestos que deberás declarar y pagar.

De acuerdo con las recomendaciones presentadas en el blog Cierre contable y fiscal: qué revisar al final del año del Banco Santander, uno de los puntos más relevantes para cualquier emprendedor es entender que el cierre no solo sirve para “cerrar números”, sino para obtener una fotografía real de tu negocio.

1. Organiza y concilia toda tu contabilidad → el primer paso para cualquier cierre fiscal es contar con información contable completa y bien registrada. Sin esto, cualquier cálculo posterior puede resultar incorrecto o incompleto. Lo esencial en esta etapa es revisar:

• Conciliación bancaria: compara tus estados de cuenta con los registros contables para confirmar que todo coincida.
• Documentos en orden: ingresos, gastos, facturas, recibos y comprobantes deben estar actualizados y registrados.
• Revisión de saldos con terceros: clientes, proveedores, préstamos, anticipos o cualquier saldo pendiente debe verificarse.
  
  

Contar con esta base te permite avanzar al cierre con tranquilidad y minimiza errores o dudas más adelante.

2. Realiza los ajustes contables necesarios → una vez que la información está organizada, toca revisar que tus estados financieros reflejen adecuadamente la realidad del negocio.

Algunos puntos para tener presente son:

• Provisiones: si existen cuentas por cobrar de difícil recuperación o gastos futuros probables, es momento de contabilizarlos.
• Inventarios: en negocios con productos o bienes, actualizar y valorar el inventario correctamente es fundamental para que el costo de ventas refleje lo ocurrido.
• Ajuste por periodificación: ingresos o gastos que pertenecen a este año, aunque se cobren o paguen después, deben quedar contabilizados.
  
  

Con estos ajustes, tus estados financieros cerrarán el año con mayor precisión.

3. Revisa tus obligaciones tributarias y posibles deducciones → esta etapa es clave para aprovechar beneficios y evitar pagos innecesarios. No olvides revisar:

• Facturación emitida y recibida: necesaria para impuestos como IVA (Impuesto al Valor Agregado), retenciones o declaraciones.
• Gastos deducibles: asegúrate de que todo gasto relacionado con la operación esté documentado para poder deducirlo.
• Pagos y relaciones societarias: salarios, aportes o retribuciones deben estar correctamente registrados para evitar ajustes posteriores.
• Además, si tu empresa tiene bases imponibles negativas de años anteriores, este es el momento de revisar si puedes aplicarlas para reducir el Impuesto sobre Sociedades. También conviene comprobar si tienes deducciones pendientes, como inversiones en I+D (Investigación y Desarrollo), creación de empleo o donativos, y confirmar que cumples los requisitos para aplicarlas.
  
  

Una buena revisión puede representar un ahorro importante y una mejor planificación tributaria.

4. Utiliza el cierre como herramienta de planificación → más allá de cumplir con las autoridades fiscales, el cierre es una oportunidad para evaluar la salud financiera del negocio.

¿Qué información puedes obtener?

🗸 Un análisis realista de tu rentabilidad.

🗸 La liquidez disponible para operar y crecer.

🗸 Identificación de costos innecesarios o mejoras operativas.

🗸 Proyecciones concretas para ventas, gastos e inversiones del siguiente año.

Con un cierre claro, tus decisiones del próximo año se basan en datos, no en intuición, lo que te permite avanzar con mayor seguridad.

5. Como bonus, recuerda que para simplificar tus próximos cierres:

• Realiza siempre el cierre lo antes posible una vez termine el año.
• Mantén tu contabilidad actualizada mes a mes.
• Considera apoyo profesional (tu contador de confianza) si el volumen o la normativa te resulta compleja.
• Apóyate de la tecnología. La implementación de la Facturación Electrónica, por ejemplo, además de ser obligatoria en muchos países, te ayuda a facilitar la revisión de información durante el cierre. ↓

La Facturación Electrónica como instrumento para un cierre fiscal satisfactorio