Cuando hablamos de la tecnología y los avances enormes y rápidos que nos ofrece todos los días, muchas veces la realidad pareciera superar a la ficción y, en un caso puntual, pareciera directamente mezclarse. ¿A qué nos referimos? Al Metaverso, uno de las ambiciones más espectaculares de los desarrolladores en la actualidad.
Todos los días surgen nuevos términos, y nosotros te vamos detallando los más relevantes o los que más se utilizan. En artículos anteriores te hemos explicado qué son los sistemas ERP, que son los archivos XML, qué es SAP o qué es el fenómeno de la hiperconectividad.
En el caso del Metaverso, se trata de un concepto no tan nuevo como los anteriores en cuanto a la idea, ya que tiene origen en una novela de ciencia ficción del año 1992, más precisamente Snow Crash, escrita por Neal Stephenson. Lo que sí es reciente, son los desarrollos del Metaverso en la vida real.
Pero, ¿de qué se trata? Explicándolo de alguna manera sencilla, se trata de un universo virtual, una red de entornos y lugares virtuales en los que la personas podrán interactuar entre sí y con objetos virtuales. Sí, como en la película Ready Player One.
Más allá de que suena increíble, esto ya se está desarrollando en varias empresas tecnológicas, con Facebook y su creador, Mark Zuckerberg, como grandes exponentes. La idea es que, mediante cascos de realidad virtual, las personas puedan desarrollar una vida “normal” dentro del mundo digital, pudiendo recorrer el mundo sin salir de su casa.
En principio, la idea suena fantástica, pero plantea una serie de grandes interrogantes y desafíos en el caso de realmente consumarse algún día: ¿cuáles serían las leyes en un Metaverso controlado por compañías privadas?, ¿cuáles serían los efectos psicológicos y cómo afectaría la vida real de las personas el internarse en ese mundo?
En un próximo artículo te iremos contando los avances que ya hay en el campo del metaverso en la actualidad, con las proyecciones que hay en el corto plazo y qué tan reales son las proyecciones y ambiciones de los gigantes tecnológicos respecto a esta meta.
Escrito por Pablo Ortiz.