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La informática, conocida también como tecnología de la información (TI), se dedica al estudio y utilización de sistemas computacionales para almacenar, procesar y transmitir datos.
Los sistemas informáticos constan de hardware y software, que funcionan conjuntamente para realizar diversas tareas.
Hay varios tipos de sistemas informáticos, que van desde computadoras personales hasta servidores de alta capacidad. Cada sistema tiene componentes específicos que colaboran entre sí para realizar las funciones que se adaptan a cada necesidad.
¿Qué es la Bioinformática?
La bioinformática es la aplicación de la informática, la modelización estadística y el procesamiento algorítmico para comprender los datos biológicos. Es un ejemplo de cómo la informática ha transformado otros campos.
En términos sencillos, aplica modernas técnicas informáticas y analíticas a la información biológica. La bioinformática se utiliza ampliamente en campos que requieren el procesamiento de grandes conjuntos de datos, como la secuenciación del genoma.
También se utiliza en la industria farmacéutica para identificar combinaciones moleculares con mayor probabilidad de producir fármacos útiles.
Para comprender mejor la relevancia de la bioinformática, consideremos algunos ejemplos específicos:
- Detección de epidemias: la estructura bidimensional de las moléculas de ARN permite identificar rápidamente las causas de las epidemias, facilitando la implementación de medidas preventivas y de control.
- Tratamientos personalizados: con una mayor comprensión de las enfermedades genéticas, se pueden diseñar terapias adaptadas a las necesidades biológicas individuales de los pacientes, mejorando la eficacia del tratamiento.
- Microarrays de ADN: estos dispositivos pueden reconfigurar cadenas de ADN. Cuando se diagnostica una enfermedad, es posible extraer y analizar estas cadenas de ADN para obtener una mejor comprensión de la condición y desarrollar estrategias de tratamiento más efectivas.
Breve historia
El término bioinformática fue introducido por primera vez en 1970 por Paulien Hogeweg y Ben Hesper en su estudio sobre los procesos de información en los sistemas bióticos.
Posteriormente, Robert J. Cedergren profundizó en esta disciplina examinando la estructura del ARN. Gracias a su colaboración con otros científicos y matemáticos, su trabajo inició un movimiento.
Con el tiempo, el campo de la biología computacional se ha extendido a otras áreas de la ciencia, como la bioquímica, la medicina molecular, la pediatría y la salud medioambiental, entre otras.
La bioinformática en la práctica
Puede aplicarse en una amplia gama de áreas biológicas de estudio, como la genética, la genómica, la biología molecular, la biología de sistemas y la biofísica. Los ordenadores se emplean para recopilar, almacenar, analizar e integrar información biológica y genética, que posteriormente puede aplicarse al descubrimiento y desarrollo de fármacos basados en genes.
Se trata de un campo interdisciplinar que se dedica a crear técnicas y recursos computacionales para comprender los datos biológicos. En su papel de campo científico interdisciplinar, la bioinformática integra la informática, la estadística, las matemáticas y la ingeniería para analizar e interpretar datos biológicos.
Tipos de bioinformática
Existen múltiples variantes de la bioinformática, que se clasifican en los siguientes tipos.
- Bioinformática tradicional: abarca el análisis de secuencias, la creación y gestión de bases de datos, la extracción de datos y la bioestadística.
- Bioinformática estructural: este campo se dedica al cálculo de la estructura de las proteínas y otras biomoléculas a partir de su secuencia.
- Bioinformática funcional: se emplea para determinar las funciones de genes, células y tejidos. En este proceso, se examinan las secuencias del genoma para identificar su función y evolución. Los registros de expresión génica se utilizan para analizar el patrón de expresión de un gen en distintos tejidos.
- Bioinformática comparativa y evolutiva: emplea análisis computacionales para estudiar la evolución de los organismos a lo largo del tiempo.
- Bioinformática clínica: la bioinformática clínica se centra en el desarrollo de métodos para almacenar, recuperar y analizar datos médicos y biológicos en un entorno clínico.
- Farmacogenómica: investigación sobre cómo afectan los distintos fármacos a los genes y su papel en la progresión de la enfermedad o la respuesta al tratamiento.
El futuro de la bioinformática
La bioinformática avanza en consonancia con la evolución de los datos y las tecnologías emergentes. A medida que estos elementos se desarrollan, las oportunidades dentro de la bioinformática continuarán expandiéndose.
Tiene el potencial de abordar problemas científicos complejos y fomentar el progreso en medicina y ciencias biológicas. Para aprovechar estas oportunidades, se necesitan bioinformáticos altamente cualificados.
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Escrito por: Catalina Hurtado