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El modo de vida que llevamos ya es, a estas alturas, insostenible. Pasan los años, pasan los gobiernos, pasan los discursos y la realidad marca que los niveles de contaminación son cada vez mayores. Según estiman en las Naciones Unidas, en el año 2030 habrá en la atmósfera un 16% más de dióxido de carbono.
Durante noviembre de 2021 se llevará a cabo en Glasgow, Escocia, la vigésimo sexta edición de la conferencia de los integrantes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26). Allí, los principales poderes del planeta estarán discutiendo sobre, valga la redundancia, el cambio climático.
Las implicancias en la economía, en la salud y en la vida en el planeta, tanto como las posibles maneras de detenerlo, serán las principales temáticas de la reunión.
Cómo se logrará es una incógnita, lo que sí es seguro es que los humanos tenemos que cambiar todo nuestro modo de vida. El transporte, la industria, la alimentación, el consumo desmedido y tantas otras aristas, están perjudicando a la Tierra. Lógicamente, esto nos complicará la vida de maneras que no alcanzamos a dimensionar.
Esto no es para generar miedo ni pánico, simplemente es lo que ocurrirá si seguimos dañando el medio ambiente. La buena noticia, siempre hay un aspecto positivo, es que todavía estamos a tiempo y es posible lograr un cambio profundo. Generar conciencia es el primer paso, el siguiente es actuar y volvernos responsables en nuestra cotidianeidad. Reusar, reciclar y reducir son las grandes modificaciones que podemos implementar desde nuestro lugar. El planeta lo agradecerá.
Escrito por Pablo Ortiz.
