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El secreto mejor guardado para invertir sabiamente (y que no es tan secreto)

Un elemento clave para las buenas finanzas personales es saber cómo hacer inversiones, no solo cómo ahorrar

Tiempo de lectura: 2 minutos 231a

Invertir dinero puede ser una forma eficaz de hacer que tu capital trabaje para ti, pero para los quienes están dando sus primeros pasos, el mundo de las inversiones puede parecer complejo y difícil de entender.

Sin embargo, con el conocimiento adecuado y estrategias bien definidas, los novatos pueden adentrarse en este campo con confianza y empezar a construir una cartera sólida.

Invertir se trata de usar fondos en diversos instrumentos o medios disponibles para hacerlos crecer, lo que a su vez aumentará el patrimonio o riqueza.

Invertimos cuando compramos acciones para venderlas después a un precio mayor, adquirimos una propiedad para alquilarla en el futuro, o ponemos nuestro dinero en una cuenta de ahorros que nos da intereses.

La inversión nos da la oportunidad de aumentar nuestros recursos económicos, alcanzar nuestras metas financieras y evitar que nuestro dinero pierda valor a lo largo del tiempo.

Pero ¿cómo lograrlo? En este artículo te damos algunos consejos que puedes aplicar para invertir de forma segura.

Pasos para hacer una buena inversión

Para invertir de manera efectiva, es esencial aprender sobre el mundo de las inversiones. Con estos secretos, que no son tan secretos, puedes hacerlo.

¡Pon mucha atención!

Fórmate antes de invertir

No hace falta convertirse en un experto financiero ni obtener un título en el tema, pero sí es importante familiarizarse con algunos conceptos básicos:

  • Rentabilidad: muestra el porcentaje de ganancia que una inversión genera en relación con el dinero invertido en un periodo específico, como un mes o un año.
  • Riesgo: es la posibilidad de que una inversión no cumpla con los rendimientos esperados o que se pierda parte o todo el capital invertido. Por lo general, a mayor riesgo se asocia un mayor potencial de ganancia.
  • Liquidez: indica qué tan fácil y rápido se puede convertir una inversión en efectivo. Las acciones son muy líquidas porque se pueden vender rápidamente en el mercado, mientras que los bienes raíces suelen necesitar más tiempo para encontrar un comprador y cerrar la venta.
  • Cartera de inversión: es el conjunto de inversiones que tiene un inversionista. Por ejemplo, una cartera puede incluir acciones, bonos y propiedades.
  • Diversificación: es una estrategia que consiste en repartir el dinero en diferentes tipos de inversiones para reducir el riesgo y maximizar el rendimiento. Esto contrasta con poner todo el dinero en una o pocas inversiones, lo cual puede ser más arriesgado.

Establece metas realistas

Antes de invertir dinero, es recomendable fijar objetivos claros a corto, mediano y largo plazo, tanto financieros como de rentabilidad. Márcate estos de aquí:

  • Objetivos financieros: son los logros que quieres alcanzar con tus inversiones, como comprar una casa, asegurar la educación de tus hijos o planear una jubilación cómoda.
  • Objetivos de rentabilidad: son metas específicas de retorno que esperas lograr con tus inversiones, como obtener una rentabilidad anual mayor a la del año anterior, superar cierto porcentaje de ganancia, o rendir mejor que un índice bursátil específico.
 

Definir objetivos claros te ayudará no solo a tomar mejores decisiones de inversión, sino también a mantener la motivación necesaria para manejar y construir tu cartera de inversiones de manera efectiva.

Conoce tu perfil de inversionista

El perfil del inversionista se define por las características que determinan cómo toma decisiones de inversión, especialmente su nivel de tolerancia al riesgo.

Hay tres perfiles principales de inversionistas:

  1. Conservador: este tipo de inversionista tiene una clara aversión al riesgo. Prefiere la seguridad sobre la posibilidad de obtener altos rendimientos, optando por inversiones como bonos, depósitos a plazo y cuentas de ahorro que ofrecen rentabilidad estable y baja volatilidad. Suele invertir tanto a corto como a largo plazo.
  2. Moderado: el inversionista moderado acepta un nivel medio de riesgo. Busca un balance entre seguridad y potencial de ganancia, diversificando su cartera con inversiones en renta fija y renta variable. Su horizonte de inversión tiende a ser a mediano o largo plazo.
  3. Agresivo: este tipo de inversor se caracteriza por su alta tolerancia al riesgo y su búsqueda de rendimientos máximos. Está dispuesto a asumir riesgos considerables para obtener altas ganancias, centrándose a menudo en inversiones de alto potencial de crecimiento como acciones y otros activos volátiles. Aunque puede realizar inversiones a corto plazo, la mayoría de sus estrategias se orientan al largo plazo.

Adopta una visión de inversión a largo plazo

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La inversión es un camino que requiere paciencia y una perspectiva de largo alcance. Es crucial resistir la tentación de tomar decisiones precipitadas ante las fluctuaciones del mercado, que son inevitables.

Mantener el enfoque en los objetivos a largo plazo proporciona la estabilidad emocional necesaria para el éxito financiero.

Invertir sabiamente desde el principio es fundamental, y al adoptar una visión de largo plazo, los inversores pueden aprovechar el poder del crecimiento compuesto.

Este fenómeno, donde las ganancias generadas por la inversión comienzan a producir retornos adicionales con el tiempo, subraya la importancia de la constancia y la perseverancia en el mercado.

Flexibilidad y adaptación

En el mundo de las inversiones, es esencial mantener una capacidad de adaptación continua, debido a la naturaleza cambiante y volátil del mercado.

Los inversores que valoran el aprendizaje constante y la habilidad para ajustar estratégicamente sus decisiones tienen una ventaja competitiva significativa.

La capacidad de asimilar información, interpretar las variaciones del mercado y ajustar las estrategias de inversión según las condiciones cambiantes son características clave de los inversores exitosos. Desarrollar una mentalidad flexible y estar dispuesto a adaptarse continuamente no solo permite enfrentar los desafíos del mercado, sino también capitalizar las oportunidades emergentes.

Por último, es vital que los nuevos inversores definan claramente sus objetivos financieros, evalúen su tolerancia al riesgo y adquieran un conocimiento sólido de los diversos instrumentos y estrategias de inversión disponibles.

Al considerar un enfoque prudente, podrán construir gradualmente una cartera.

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Escrito por: Catalina Hurtado

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