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La Facturación Electrónica es una herramienta que, por sus múltiples beneficios, está revolucionando la manera de tributar en todo el mundo. América Latina no es la excepción, por el contrario, está a la vanguardia en el uso de este sistema. Panamá, puntualmente la Dirección General de Ingresos (DGI), no quiso ser menos y decidió implementar este recurso.
Como primera medida, las autoridades establecieron un Plan Piloto, para -mediante la participación de algunas empresas- evaluar el funcionamiento de la facturación electrónica en territorio panameño. Tras notar el gran éxito que se tuvo, se decidió avanzar a un período de masificación voluntaria, que es el que actualmente se transita.
Sobre estos temas estuvo conversando el MBA Rafael Montero, CEO de GuruSoft, empresa líder en el mercado de la facturación electrónica en América Latina, en el programa Nex Noticias. Allí, Montero explicó qué debe hacer un contribuyente para implementar esta herramienta: “La Facturación Electrónica es voluntaria, es una alternativa a las impresoras fiscales. Quienes decidan utilizarla por los beneficios de no impresión, ya no utilizar impresora fiscal, automatización, de los procesos y reducción de costos operativos con respecto a la facturación, los pasos a seguir son: ingresar al e-tax y solicitar a la DGI la necesidad de migrar hacia facturación electrónica; la DGI, en un plazo no mayor a 30 días, aprueba o rechaza esta solicitud; después de autorizada esta solicitud, existen tiempos de implementación que dependen mucho de los niveles de facturación de cada empresa. Para los microempresarios, pequeñas empresas, que tienen facturación de un máximo de un millón de balboas o también tienen 200 facturas mensuales como máximo, pueden usar el facturador gratuito de la DGI”.
Consultado sobre la razón por la cual algunos usuarios no se animan a dar el paso hacia la emisión electrónica de comprobantes, el experto no dudó. “En Panamá existe falta de conocimiento de los contribuyentes. Primero, piensan que la facturación electrónica es muy cara; segundo, que no es para ellos; y tercero, que se depende de las impresoras fiscales. Cabe recalcar que, en Panamá, desde el 2018, ya existe un Plan Piloto, y ya hay muchas empresas facturando electrónicamente. Los testimonios que dan estas empresas son: reducción del tiempo de facturación, reducción de los costos de facturación, y, adicional, el ya no uso de la impresora fiscal. Recuerden que la facturación electrónica ya no emplea las impresoras fiscales y se puede imprimir la factura electrónica en cualquier impresora. Hay mucho desconocimiento de todas estas bondades y ventajas que tiene en Panamá la Facturación Electrónica y por eso no han tomado la decisión. Pero ya hay muchas empresas que están migrando a este modelo para poder optimizar sus costos”.
Además de los múltiples provechos que ofrece a los usuarios, este recurso también es ventajoso para combatir la evasión. “Los beneficios que trae a los entes gubernamentales, en este caso la DGI en Panamá. Es que pueden disminuir la famosa evasión fiscal, porque ya no existe el ‘la factura te la envío después’. Debe ser en línea y toda la factura es reportada a la DGI para que pueda validar la información. Adicionalmente, poder tomar decisiones basado en lo que está sucediendo con los impuestos en tiempo real en Panamá”.
Por último, el MBA Montero describió cómo será el panorama tributario una vez que la Facturación Electrónica sea masiva: “Todo va a estar digitalizado para los clientes. Y la DGI va a poder controlar los ingresos, poder tener en tiempo real lo que sucede con los impuestos dentro de Panamá. Y tomar decisiones basados en la información en tiempo real que van a obtener”.
Escrito por Pablo Ortiz.