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Facturación Electrónica en la nube: flexibilidad, escalabilidad y accesibilidad

En un mundo donde la inmediatez es esencial, contar con un sistema que te permita acceder en cualquier momento y lugar puede hacerte ganar agilidad y competitividad

Tiempo de lectura: 3 minutos ⌚

Imaginemos por un momento que estamos en pleno Siglo XIX, en el apogeo de la Revolución Industrial. Los comerciantes todavía tienen que llevar el registro de sus ventas en libros enormes, escribiendo cada transacción a mano.

Cada vez que un cliente necesitaba una factura, el vendedor debía enviarla al correo postal, esperando días, incluso semanas, para confirmar su recepción.

Todo esto, sin imaginar si hubiera o no un riesgo de que se perdiera el documento. Y, si fuera el caso de que hubieran cometido algún error, tendrían que reescribirlo. Sería un proceso tedioso pero necesario para mantener el control del negocio.

Pero ¿qué pasaría si ese mismo comerciante pudiera saltar hasta nuestros días y ver cómo la tecnología ha cambiado la facturación?

Seguro quisiera quedarse en el presente, ¿o no?

Mejor veamos más de cerca cómo se desarrolló esta historia.

Siglo XIX: la facturación artesanal (o en papel)

Como vimos, la facturación a inicios de este siglo, era un proceso manual. Los comerciantes, registraban cada transacción en libros de contabilidad, las facturas se entregaban en persona, y cada error en cálculos se debía corregir con tachaduras o volviendo a escribir el documento.

Sin embargo, nos situamos justo en este periodo, porque la contabilidad experimentó cambios significativos impulsados por la misma revolución, debido a la creciente complejidad de las operaciones comerciales y la expansión de las empresas que requerían de sistemas contables más precisos.

Uno de esos avances es la invención de la caja registradora, creada por James Ritty, en 1883, como lo resalta este artículo publicado en Mood:Media.

Esta sofisticada máquina para la época utilizaba una mecánica sencilla para registrar las ventas. Este invento resulto adaptarse muy bien para las ventas al por menor, especialmente.

Para entonces, en Europa, en países como Inglaterra y Francia, se consolidaba el registro contable, influenciado por el método de partida doble introducido por Luca Pacioli, por allá en el siglo XV.

¿En qué consistía?

El método de partida doble es un sistema en el que cada transacción se registra en dos cuentas: una como deudora, que recibe el valor (débito), y otra como codeudora, de donde sale el valor (crédito).

Esto asegura, que los activos sean iguales a la suma de los pasivos y el patrimonio, ya que este último representa los recursos propios de tu empresa después de restar sus deudas, manteniendo así el balance.

Este método, como lo detalla el artículo del medio El País, se convirtió en la base de la contabilidad moderna, permitiendo un registro más detallado y confiable de las transacciones financieras.

A pesar de estos avances, la facturación seguía siendo un proceso laborioso, lo que también implicaba demoras y riesgos asociados a la pérdida o deterioro de la información.

Siglo XX: La era de las máquinas 

Con la llegada de las computadoras en la segunda mitad del siglo XX, las empresas comenzaron a digitalizar sus procesos contables.

Softwares de hojas de cálculo como Excel y los primeros programas de contabilidad ayudaron a organizar mejor la información, a pesar de que aún se requería del almacenamiento físico y copias de seguridad manuales.

Antes del surgimiento de Microsoft Excel, se habían desarrollado varios programas que marcaron la gestión financiera como se conocía hasta ese entonces, algunos de ellos fueron:

  1. VisiCalc: en español traduce a “calculadora visible”, fue reconocido como el 1er software de hoja de cálculo, que apareció en el año 1979. Fue esencial para contadores y empresarios que les permitía realizar cálculos automáticos y actualizar dinámicas de datos en sus computadoras personales. Un dato interesante, es que para ese momento el programa solo podía soportar 5 columnas y 20 filas.

  2. SuperCalc: luego, en 1980 se crea este programa. Su ventaja principal es que pudo corregir errores en los cálculos, que tenía su antecesor, sin que la persona tuviera que rehacer todo desde el principio.

  3. Multiplan: dos años después, apareció este programa como el primer intento de Microsoft, de hacer un programa de hojas de cálculo. Este permitía organizar tus datos de manera más eficiente y lograba que las empresas llevaran mejor sus cuentas.

  4. Lotus 1-2-3: al año siguiente, presentaban este software, que se hizo popular porque combinaba hojas de cálculo con gráficos y bases de datos. Básicamente permitía ver los números y los resultados en gráficos, algo que antes no se podía hacer.

Sin duda estos programas marcaron el camino para la contabilidad digital.

Pero, solo un hito en la historia podría llevarnos a la transformación digital en la gestión de la facturación, el Internet.

Siglo XXI: la llegada de la Facturación Electrónica

Facturacion Electronica En La Nube Flexibilidad Escalabilidad Y Accesibilidad

Con el avance del Internet y la computación en la nube, la factura digital comenzó a despegar en la primera década de este siglo. Mucho de su éxito, se debe a que los gobiernos constantemente buscan como implementar esta tecnología, pues fortalece la transparencia fiscal.

En la Unión Europea, la facturación dejó de ser solo una opción, sino una obligación en la mayoría de los países. De hecho, el 87% de los países de la UE ya la han implementado de forma obligatoria.

En cambio, para América Latina, el camino ha sido más lento. Si bien Chile, fue el primero en probar esta modalidad en el 2003, Argentina fue el primer país de la región, en hacerla obligatoria en 2007.

Luego vinieron sumándose países como Brasil, México, Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia, Guatemala y Costa Rica, que han convertido la facturación electrónica en la norma, mientras que otros países como Panamá, Paraguay, República Dominicana y El Salvador están en proceso de hacerlo, como lo destaca el medio El dinero.

La factura en la nube

Hoy, emitir una factura es tan fácil como subir una foto a tu red social (bueno, casi). Pero su concepto es similar.

Cuando quieres compartir una imagen, simplemente la subes y sabes que quedará almacenada en línea, accesible desde cualquier lugar o dispositivo.

Con la facturación en la nube, sucede lo mismo. Generas tú factura, la envías digitalmente y se guarda de forma segura, lista para ser consultada cuando la necesites.

Pero también las plataformas ofrecen que no solo quede almacenada tu documentación, sino que puedas tener tus datos protegidos.

Y, lo más importante, que puedes cumplir con la normativa asegurando que tu información está al día y sea validada.

Si buscas un proveedor, en GuruSoft hemos desarrollado eDoc emisor, un sistema de factura en la nube que se ajusta a tus necesidades.

Este software es el ideal si no cuentas con un ERP o sistema de facturación.

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Cuando eres digital, claro que se nota.

Escrito por: Catalina Bonnet

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