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Invertir suena emocionante, pero, también puede ser abrumador cuando no sabes por dónde empezar.
Muchas personas creen que basta con tener dinero disponible y una idea de inversión, pero la realidad es que la mayoría de las veces requieren una amplia preparación previa y un análisis estratégico.
Una mala decisión pueda costarte gran parte de tus ahorros o capital, mientras que una inversión fundamentada puede convertirse en la base de tu estabilidad financiera a largo plazo.
Antes de lanzarte al mundo de las inversiones es importante entender que invertir no es lo mismo que ahorrar: el ahorro te protege, pero la inversión busca hacer crecer tu dinero, asumiendo riesgos que debes conocer y manejar.
Es decir que mientras el ahorro consiste en dejar tu dinero guardado y quieto, la inversión se trata de mover tu dinero con la finalidad de hacerlo crecer.
Ahora que conocemos en qué consiste, podemos hablar de sus implicaciones, en el mundo empresarial, invertir va más allá del capital inicial: implica evaluar riegos, estudiar al mercado, elegir las herramientas correctas, sobre todo tener una visión clara de hacia dónde quieres llevar tus proyectos, ya sea que quieras ampliar tu local, mejorar tu estrategia de marketing invirtiendo en profesionales o incorporar tecnología para optimizar procesos, cada decisión debe estar respaldada por información y análisis, no por una corazonada.
En este articulo veremos 5 aspectos esenciales que debes conocer antes de nadar en las aguas de la inversión.
Define claramente tus objetivos
Antes de invertir, necesitas preguntarte: ¿Qué puedo lograr con esta inversión? Puede ser un aumento de ventas, reducir costos, abrir una nueva sucursal o un nuevo negocio, tener un nuevo canal de distribución o expandir tu mercado.
Tener tus objetivos concretos te ayudara a decidir cuánto invertir, en qué áreas hacerlo y que resultados esperar.
Invertir sin propósito en como viajar sin rumbo; puedes gastar recursos sin llegar a ningún destino claro.
Evalúa el riesgo
Toda inversión implica un riego, desde abrir una nueva sucursal hasta contratar más personal o comprar maquinaria. No existe una inversión 100% segura (aunque existen inversiones con muy poco riesgo), por lo que es clave definir cuanto cuánta incertidumbre estas dispuesto a asumir.
Es recomendable analizar qué impacto tendría perder parte de la inversión de tu flujo de caja y en la operación diaria del negocio.
Una buena práctica es invertir solo lo que no comprometa tu estabilidad financiera inmediata.
Investiga antes de tomar decisiones
Invertir no se trata de seguir tendencias o copiar lo que hace la competencia (aunque siempre es bueno echarles un ojo).
Es fundamental investigar el mercado, escuchar las necesidades de lo cliente para identificar nuevas oportunidades de negocios y asesorarnos o escuchar opiniones sobre la viabilidad de la idea.
Pregúntate: ¿hay suficiente demanda?, ¿Cuál es la competencia real?, ¿Qué costos ocultos pueden surgir?
Dedicar tu tiempo a investigar antes de invertir puede ayudarte a evitar errores muy costosos y a tomar decisiones más informadas.
Piensa a largo plazo
Las inversiones más solidad no siempre ofrecen retornos inmediatos. Por ejemplo; una campaña de marketing digital, la compra de un software o el rediseño de tu local pueden tardar en mostrar resultados, pero construyen un crecimiento sostenible al negocio.
El éxito de una inversión se mide en función de los beneficios que aporte con el tiempo, no solo en las primeras semanas.
Un crecimiento sostenible es el que permite hacer crecer tu inversión a largo plazo.
Diversifica tu inversión
Así como en las finanzas personales, en los negocios también es importante no poner “todos los huevos en la misma canasta”.
Si todo tu presupuesto se concentra en una sola inversión (por ejemplo, en publicidad únicamente o en inventario) corres el riesgo de quedar expuesto a cambios inesperados y perder toda o gran parte de tu inversión, además de tener tus ganancias limitadas al crecimiento de una sola inversión.
Diversificar permite equilibrar gran parte el riesgo y aumentar las posibilidades de obtener retornos positivos desde distintas inversiones o negocios.
Invertir en tu negocio o una oportunidad de negocio no debería ser un salto al vacío, sino una estrategia planificada donde se realiza una medición de riegos y oportunidades.
Definir objetivos, evaluar riegos, pensar a largo plazo y diversificar son los pilares para que tu dinero realmente trabaje a tu favor.
Recuerda que cada decisión de inversión marca el rumbo de tu emprendimiento o capital, mientras más clara sea tu visión y más consiente seas de los riegos, mayores serán las posibilidades de que tu negocio crezca de manera sostenible.
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Escrito por: Anna Jordan