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Actualmente vivimos en una sociedad que avanza muy rápido en todos los aspectos relacionados con la tecnología, y es por ello que debemos actualizarnos constantemente para no caer víctimas de la obsolescencia programada de los dispositivos.
En otros casos, ya no se trata de actualizar elementos, sino directamente de adoptar nuevas tecnologías, herramientas que no existían o no se utilizaban y ahora se transforman en vitales para la actividad que desarrollemos, o la vida cotidiana en sí.
La automatización es uno de los conceptos que más terreno ha ganado recientemente, estando en boca de todos los especialistas en negocios. Se la recomienda mucho para no perder fuerza frente a la competencia, y para ganar productividad y beneficios, pero no son pocos los que no saben bien de qué se trata.
Según afirma un informe de Deloitte, nos encontramos en la puerta de una etapa conocida como “Business 4.0”, el sucesor de la Revolución Industrial. Esta etapa busca sumar eficiencia y optimizar los procesos en los negocios y se basa, según el informe, en cuatro pilares:
- Aplicaciones de robotics.
- Informática cognitiva.
- Inteligencia Artificial.
- Informática en la nube.
¿Cuáles son las premisas de la automatización? Delegar actividades, tan simple como eso. Que todas aquellas tareas que pueda realizar la inteligencia artificial, como el manejo de datos, las realice por medio de estas nuevas tecnologías. De esta manera, las personas podrán dedicarse a tareas más estratégicas.
Sobre la actualidad y futuro de la automatización, el estudio concluye que las empresas deberán adaptar y crear nuevos roles, para permitir que la Automatización Robótica de Procesos (RPA) pueda ocupar cargos repetitivos que requieran precisión. Este paso reducirá tiempos de entrega al tiempo que aumentará calidad y beneficios.
Finalmente, el artículo asegura que los mayores beneficios de la automatización, que está próxima a darse en una gran escala, los obtendrán las organizaciones que se anticipen y logren combinar de manera eficiente el talento humano con las herramientas tecnológicas.
Por Pablo Ortiz
