Tiempo de lectura: 4 minutos 📖 ⏱️
La Facturación Electrónica es una herramienta que se ha ganado millones de adeptos en todo el mundo gracias a que ofrece una serie de beneficios que ya hemos mencionado con anterioridad, ya sea físicos, ambientales, de tiempo, económicos y varias índoles más.
En publicaciones previas, comentábamos el ejemplo de Ecuador, donde el haber implementado la Facturación Electrónica ha salvado millones de árboles gracias a que no requiere papel para la emisión de comprobantes. Todo esto incluso a pesar de que no es obligatoria aún para todas las actividades en aquel país.
Respecto al ahorro económico que representa, según cifras difundidas en un estudio publicado por el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), la Facturación Electrónica les genera a los usuarios un ahorro de hasta el 80% frente a la facturación tradicional en papel.
¿Cómo se explicarían estos gastos menores? Mantenimiento de la impresora, impresora, papel, tinta y demás derivados. Además, reduce los costos de envío y recepción de facturas, lo que redunda en un fortalecimiento de las relaciones comerciales entre quien emite y quien recibe los comprobantes electrónicos.
De esta manera, analizando todos los puntos fuertes que tiene, se entiende el crecimiento exponencial que ha tenido y que, más allá de las ventajas que ofrece a los entes tributarios (lo que ha motivado su obligatoriedad en tantos países), también es un recurso muy valioso para aumentar ganancias a todos los empresarios y emprendedores de la región.
Por Pablo Ortiz