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Sin duda una de las grandes preocupaciones para el presente y futuro es el cuidado del planeta. Y es que cada vez se conocen más y más cifras de especies en peligro de extinción, altos niveles de contaminación, calentamiento global, entre otros factores, que suponen un riesgo inherente para todos.
Las cifras no son muy alentadoras, de acuerdo con la UNEP (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente). Según ellos: “cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso. Menos del 10% se recicla”.
Ante esta problemática, muchas especies se han visto afectadas, puesto que, por citar un ejemplo, entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos llegan a los lagos, ríos y mares cada año. Esto hace que las mismas sufran ingestión, enredos y otros peligros en sus cuerpos y, sobre todo, en sus ecosistemas.
Incluso las personas llegan a ingerir en un año más de 50.000 partículas de plástico o, más bien, nanoplásticos (que son casi imperceptibles a la vista de un humano).
Así como estas, existen más causas que requieren de nuestra atención. De allí que las empresas cumplan un papel fundamental para el cuidado del planeta, aportando en la mitigación de los daños que, al día de hoy, son un tema de preocupación.
Las empresas como actores activos
La participación de las empresas en la implementación de mejores prácticas para el cuidado del medioambiente es necesaria, tanto para marcas grandes que tienen significativas cadenas de producción como también para emprendimientos que están en su primera etapa de vida, pues su crecimiento tendrá bases sólidas si aportan a la naturaleza.
En ese orden de ideas te compartimos algunos consejos que puedes empezar a implementar desde este momento, para que tu negocio ponga ese granito de arena.
¡Vamos a verlos!
- Medios de transporte sostenible: Fomenta hábitos que permitan a tus colaboradores reemplazar los vehículos automotores por otros medios, como caminar, utilizar la bicicleta y el transporte público. Puede ser durante ciertos días de la semana, para crear dicho hábito.
- Menos uso de papel: Adiós al uso de papel y a la tala de árboles. En tus procesos de facturación, puedes obviar el uso de impresoras y más bien implementar la Facturación Electrónica, una solución amigable con el medioambiente.
- Reducir el uso energético: Si bien es cierto puede ser una recomendación bastante genérica, puedes realizar acciones puntuales tales como apagar la luz (utilizando la luz natural y/o luces de bajo consumo), desconectar los aparatos eléctricos (como los computadores), cuando compres electrodomésticos o aires acondicionados, mira cuánto ahorran de energía.
- Ahorra el agua: No dejes abierta la llave del agua, especialmente cuando tus colaboradores se laven los dientes, o mientras te enjabonen las manos.
- Crea conciencia: Prepara capacitaciones y socializa los planes de acción de la empresa en cuanto a qué se realizará para favorecer al medio ambiente. Si está en tus posibilidades, contrata a un experto en el tema.
Recuérdalo siempre y no lo olvides: disminuir el uso de plástico, buscar mecanismos de reciclaje y comentar abiertamente a tus clientes sobre tu compromiso con el planeta, animará a todos a participar en conjunto, para hacer de este un mundo cada vez mejor.
¿Te sumas a esta propuesta?
Escrito por Natalia Gutiérrez V.
