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Tal como venimos comentando en varios de los artículos de este blog, la tecnología está avanzando a pasos agigantados y esto impacta de lleno en la manera de vivir de la sociedad moderna, impregnando con su influencia todos los aspectos, desde la forma de estudiar, hasta la de trabajar y hasta entretenerse.
En otros artículos te hemos hablado de procesos de gestión que, mediante el uso de la tecnología, están revolucionando la administración empresarial, automatizando procesos y, en definitiva, optimizando todas las tareas de las organizaciones, con todos los beneficios que ello acarrea.
Hay dos términos que ya hemos definido en este blog y que es importante repasar con las palabras utilizadas en dichas notas:
- ERP: son softwares de planificación, administración y gestión, que permiten integrar los procesos empresariales, tales como logística, inventario, facturación, etc. Sus dos funciones más preciadas son la de integrar y automatizar estas etapas de los negocios.
- CRM: es una plataforma de software pensada para la gestión de ventas, de contactos, de clientes, de compañías, etc. Actualmente las empresas lo adoptan porque ayuda a tomar mejores decisiones respecto al manejo con la clientela.
En esta ocasión, para complementar estos aspectos, vamos a tratar otra gran corriente dentro de la planificación y gestión en las compañías: el SRM. Tal como los dos conceptos repasados con anterioridad, este también tiene su sigla original en inglés: Supplier Relationship Management.
La traducción al español vendría a ser manejo de la relación con los proveedores. Este sistema hace alusión a la práctica de analizar y estimar cada proveedor, evaluando qué valor le aportan a la empresa desde su lugar. Gestionar esto es sumamente importante para poder obtener siempre el máximo beneficio del Supply Chain.
Por medio de modernos softwares, el SRM es una práctica fácil de adoptar para las compañías y ofrece todos los beneficios que la tecnología y la digitalización brindan a quienes los adoptan. Como reiteramos frecuentemente, implementar las herramientas que hacen a una digitalización, más que un lujo, es una necesidad ineludible en un mercado tan competitivo que no perdona errores de criterio.
Escrito por Pablo Ortiz.
