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Como ya hemos analizado en este blog, el impacto de la tecnología y la innovación en la vida diaria es casi total. Sus herramientas se encuentran en cualquier ámbito y, con la premisa de facilitarnos las tareas, se utilizan para las más variadas actividades.
Desde el uso de los smartphones para casi cualquier cosa que se desee, hasta el trazado de estrategias comerciales, los elementos tecnológicos han moldeado la cotidianeidad, ofreciéndonos procesos más eficientes que los actuales. Todo esto ha derivado en un proceso marcado de digitalización, mediante el cual se reemplazan todas las técnicas y herramientas tradicionales por las modernas.
En otros artículos de este blog te hemos hablado de algunos de los recursos más populares que hacen parte de esta era de digitalización, como, por ejemplo, cuando te explicamos qué es y para qué sirve un CRM o, también, qué es un ERP y cuáles son sus funciones principales.
En esta ocasión, queremos hablarte de otro de estos sistemas que resultan revolucionarios en sus rubros: el CMS. Partiendo de lo más literal, podemos afirmar que su nombre es una sigla en inglés que proviene de Content Management System, lo cual significa Sistema de Gestión de Contenidos en español.
La principal utilidad de estos sistemas es que permiten administrar el contenido de sitios web de una manera realmente sencilla y ágil. Posibilitan que los websites se actualicen constantemente y, de esta manera, se mantengan siempre con la información más novedosa en primer lugar.
En una sociedad tan cambiante como la actual, en la que las cosas pueden tener una vida efímera, la información no es la excepción. Por este motivo, contar con un CMS es esencial para aquellos websites de información, blogs y demás sitios en los que el contenido es dinámico.
Escrito por Pablo Ortiz.